Qué temas puedo trabajar en el espectro autista
¿Qué no son?
-Enfermedades -Disminuciones cognitivas -Problemas neuronales -Falta de límites


La neurodiversidad, concepto introducido por Judy Singer en 1998, promueve la aceptación de las diferencias neurológicas como parte de la diversidad humana y no como patologías (Puerto, 1999).
Autismo
¿Qué es el espectro autista y cómo se origina?
El trastorno del espectro autista (TEA) se define como un conjunto de condiciones neurodesarrolladas caracterizadas por diferencias en el procesamiento sensorial, comunicación social y patrones de comportamiento repetitivo. Estudios genéticos y neurobiológicos contemporáneos revelan que el autismo es una expresión natural de la diversidad cerebral humana, resultado de múltiples factores genéticos con influencia ambiental (Lord et al., 2020; Lai et al., 2014).
Neurológicamente, diferentes zonas involucradas en la integración sensorial, teoría de la mente y procesamiento social muestran patrones atípicos de activación y conectividad (Uddin et al., 2017). Estas diferencias configuran una forma particular de interacción con el entorno y los estímulos.
Sus vivencias
El nivel perceptivo, la sensibilidad aumentada a luces, sonidos o texturas, la preferencia por rutinas y la dificultad en interpretar emociones o señales no verbales son características comunes. Los intereses intensos y la necesidad de predictibilidad ayudan a la organización y estabilidad emocional (Klin et al., 2007).
Aspectos menos conocidos incluyen la experiencia subjetiva de la "existencia o inexistencia del objeto"—una percepción que afecta cómo se aprecian y confirman las relaciones y el entorno inmediato (Hobson, 2004). La dificultad con la conciencia temporal y la sensación persistente de ser diferente o insuficiente, influyen en el bienestar psicológico y en la construcción de identidad.


Desafíos y experiencias en la vida
Adolescencia: El reconocimiento de las propias diferencias puede generar ansiedad social y sentimientos de exclusión en contextos escolares y sociales.
Juventud: La exploración de la identidad y la búsqueda de ambientes que respeten la individualidad son fundamentales. Se consolidan estrategias de autorregulación y adaptación social.
Adultez: Existe una tendencia a buscar redes de apoyo y entornos comprensivos, desarrollar autodefinición positiva y satisfacción personal (Nicolaidis et al., 2015).
Enmascaramiento y autoregulación
El "enmascaramiento" en el autismo supone la ocultación de comportamientos y la simulación de respuestas "normativas", como forzar contacto visual o modular el tono de voz, lo que genera fatiga y estrés emocional (Cage et al., 2018).
Desde Gestalt, la autorregulación es una respuesta consciente y respetuosa al propio cuerpo y emociones, que facilita la adaptación activa al entorno. Por ejemplo, reconocer el agotamiento ante sobreestímulos sensoriales y buscar espacios de calma o ejercicios de grounding promueven el equilibrio y la estabilidad emocional.
RECUERDA QUE...
El amor propio en el espectro autista consiste en reconocer y celebrar que la manera de sentir, pensar y relacionarse es válida y valiosa. Fomentar ambientes de respeto y comprensión permite un desarrollo integral donde la diferencia no es un obstáculo, sino una fuente de riqueza y autenticidad. Integrar la neurodivergencia desde una perspectiva de dignidad humana abre posibilidades para crecer y contribuir desde la singularidad (Roberts, 2018).
Para profundizar
Asociación Estadounidense de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5.ª ed.). American Psychiatric Publishing.
Arnsten, AFT (2020). Las redes cerebrales que controlan la atención y la función ejecutiva en el TDAH. Nature Reviews Neuroscience , 21(6), 337–350.
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Faraone, SV, Rostain, AL, Blader, J., Busch, B., Childress, AC, Connor, DF, ... & Newcorn, JH (2021). Revisión para profesionales: Desregulación emocional en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad: implicaciones para el reconocimiento clínico y la intervención. The Journal of Child Psychology and Psychiatry , 62(2), 144–158.
Hobson, RP (2004). La cuna del pensamiento: Explorando los orígenes del pensamiento. Oxford University Press .
Hull, L., Petrides, KV y Mandy, W. (2017). El fenotipo del autismo femenino y el camuflaje: una revisión narrativa. Review Journal of Autism and Developmental Disorders , 4, 306–317.
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López, C., Machuca, R., & Corbalán, M. (2018). Disforia sensible al rechazo: una revisión integral. Revista Latinoamericana de Psicopatología Fundamental , 21(1), 27-38.
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Singh, I. (2019). La historia cultural del TDAH en adultos: ¿Nuestras concepciones de la neurodiversidad influyen en el tipo de tratamientos que buscamos? Historia de las Ciencias Humanas , 32(2), 3-29.
Sibley, MH, Swanson, JM, Arnold, LE, Hechtman, L., Owens, EB, Stehli, A. y Mitchell, JT (2021). Definición de la persistencia del TDAH en la edad adulta: optimización de la sensibilidad y la especificidad. Revista de Psicología Infantil y Psiquiatría , 62(3), 306–317.
Uddin, LQ, Supekar, K., y Menon, V. (2017). Reconceptualización de la conectividad cerebral funcional en el autismo desde una perspectiva del desarrollo. Frontiers in Human Neuroscience , 10, 458.
TDAH
¿Qué es y cómo se desarrolla?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica compleja que se inicia en la infancia y persiste en la vida adulta. Estudios recientes muestran que el TDAH se caracteriza por una alteración en el desarrollo y funcionamiento de redes neuronales específicas, principalmente aquellas responsables de la atención sostenida, el control inhibitorio y la regulación emocional, como la corteza prefrontal y los circuitos fronto-estriatales (Arnsten, 2020; Shaw et al., 2013). Estas diferencias no implican un déficit, sino un funcionamiento neurodiverso con particularidades que afectan la sincronización de la atención y actividades ejecutivas.
En términos neuroquímicos, se identifican alteraciones en los sistemas dopaminérgicos y noradrenérgicos, que modulan la motivación, recompensa y control de impulsos (Faraone et al., 2021). El cerebro con TDAH también presenta patrones atípicos en la conectividad funcional, afectando el procesamiento de información y la autorregulación.
Sus vivencias
Entre las experiencias más frecuentes están la dificultad para mantener el foco en tareas poco estimulantes, impulsividad verbal y conductual, inquietud motora y problemas para planificar y organizar el tiempo. Estas manifestaciones se traducen en retos en contextos académicos, laborales y personales, generando frecuentemente frustración y baja autoestima (American Psychiatric Association, 2013).
Menos discutidos, pero claves para la comprensión completa, son fenómenos como la reactividad ante la pérdida de autonomía, donde la persona experimenta una fuerte resistencia emocional cuando percibe que le obligan a actuar, incluso en acciones deseadas. La "disforia sensible al rechazo" es otro fenómeno relevante, manifestado en dolor intenso ante la percepción de rechazo o críticas, afectando vínculos sociales (López et al., 2018). La dificultad en la conciencia del tiempo y la sensación de ser diferente o insuficiente, aunque sutiles, impactan profundamente en la construcción del self y las relaciones interpersonales.


Desafíos y experiencias en la vida
Adolescencia: Durante esta etapa, el TDAH puede manifestarse en conflictos escolares y familiares, dificultades con la regulación emocional y conductual, y un aumento en sentimientos de marginalidad. La presión por adaptarse social y académicamente a menudo exacerba la ansiedad y la sensación de inadecuación (Barkley, 2015).
Juventud: Aquí, la organización personal y el manejo del tiempo se vuelven cruciales. Retos en la independencia, la continuidad educativa o laboral y las relaciones interpersonales ponen a prueba la capacidad de autorregulación y adaptación, con un foco importante en el desarrollo de autoeficacia (Sibley et al., 2021).
Adultez: Muchas personas desarrollan estrategias compensatorias que permiten el manejo efectivo de los síntomas, pero el estrés crónico asociado y la necesidad de autoaceptación son centrales. La búsqueda de sentido y bienestar se alinea con la integración positiva de la neurodivergencia en la identidad (Asherson et al., 2016).
El "enmascaramiento" implica esfuerzos conscientes o inconscientes para ocultar comportamientos relacionados con el TDAH, con el fin de encajar socialmente. Esto puede incluir fingir atención o suprimir impulsos, lo que conlleva un costo emocional y físico significativo, como cansancio y estrés (Hull et al., 2017).
La autorregulación, desde el enfoque Gestalt, se centra en la conciencia plena del aquí y ahora, promoviendo la escucha activa del cuerpo y las emociones. Por ejemplo, las técnicas de respiración consciente permiten la gestión de la hiperactividad mental y motriz (Perls et al., 1951). El reconocimiento y aceptación de las propias necesidades energéticas y emocionales, junto con la integración de pausas de descanso activas, facilitan un equilibrio interno y mejoran el bienestar.
Enmascaramiento y autoregulación
RECUERDA que...
Adoptar un enfoque afectuoso hacia uno mismo abre camino a valorar las características únicas del TDAH, como la creatividad, energía y capacidad para pensar 'fuera de la caja'. Este cambio de paradigma fomenta la resiliencia, reduce la autocrítica y promueve un proyecto de vida auténtica y satisfactoria, donde la neurodivergencia es vista como una forma legítima y enriquecedora de ser humano (Singh, 2019).
Para profundizar
Arnsten, AFT (2020). Las redes cerebrales que controlan la atención y la función ejecutiva en el TDAH. Nature Reviews Neuroscience , 21(6), 337–350.
Asherson, P., Buitelaar, J., Faraone, SV, y Rohde, LA (2016). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad en adultos: cuestiones conceptuales clave. The Lancet Psychiatry , 3(6), 568–578.
Barkley, RA (2015). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad: Manual para el diagnóstico y el tratamiento (4.ª ed.). Guilford Press.
Cage, E., Di Monaco, J. y Newell, V. (2018). Experiencias de aceptación del autismo y salud mental en adultos autistas. Revista de Autismo y Trastornos del Desarrollo , 48(2), 473–484.
Faraone, SV, Rostain, AL, Blader, J., Busch, B., Childress, AC, Connor, DF, ... & Newcorn, JH (2021). Revisión para profesionales: Desregulación emocional en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad: implicaciones para el reconocimiento clínico y la intervención. The Journal of Child Psychology and Psychiatry , 62(2), 144–158.
Hobson, RP (2004). La cuna del pensamiento: Explorando los orígenes del pensamiento. Oxford University Press .
Hull, L., Petrides, KV y Mandy, W. (2017). El fenotipo del autismo femenino y el camuflaje: una revisión narrativa. Review Journal of Autism and Developmental Disorders , 4, 306–317.
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Lai, M.-C., Lombardo, MV y Baron-Cohen, S. (2014). Autismo. The Lancet , 383(9920), 896-910.
López, C., Machuca, R., & Corbalán, M. (2018). Disforia sensible al rechazo: una revisión integral. Revista Latinoamericana de Psicopatología Fundamental , 21(1), 27-38.
Lord, C., Elsabbagh, M., Baird, G. y Veenstra-VanderWeele, J. (2020). Trastorno del espectro autista. The Lancet , 392(10146), 508–520.
Nicolaidis, C., Raymaker, D., McDonald, K., Dern, S., Baggs, A. y Kripke, C. (2015). Estrategias de colaboración en la investigación no académica sobre autismo. Avances en las Asociaciones de Salud Comunitaria , 9(3), 275-282.
Perls, FS, Hefferline, RF y Goodman, P. (1951). Terapia Gestalt: Excitación y desarrollo de la personalidad humana . Julian Press.
Roberts, J. (2018). Identidad autista y el desarrollo de la autodefensa. Disability & Society , 33(4), 583-600.
Shaw, P., Stringaris, A., Nigg, J. y Leibenluft, E. (2013). Desregulación emocional en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. American Journal of Psychiatry , 170(3), 276–293.
Singh, I. (2019). La historia cultural del TDAH en adultos: ¿Nuestras concepciones de la neurodiversidad influyen en el tipo de tratamientos que buscamos? Historia de las Ciencias Humanas , 32(2), 3-29.
Sibley, MH, Swanson, JM, Arnold, LE, Hechtman, L., Owens, EB, Stehli, A. y Mitchell, JT (2021). Definición de la persistencia del TDAH en la edad adulta: optimización de la sensibilidad y la especificidad. Revista de Psicología Infantil y Psiquiatría , 62(3), 306–317.
Uddin, LQ, Supekar, K., y Menon, V. (2017). Reconceptualización de la conectividad cerebral funcional en el autismo desde una perspectiva del desarrollo. Frontiers in Human Neuroscience , 10, 458.
Temas ideales para trabajar en terapia Gestalt con personas con TDAH
La terapia Gestalt, con su enfoque en la conciencia plena del aquí y ahora, la integración cuerpo-mente y el contacto auténtico, ofrece un marco eficaz y humanista para acompañar a personas con TDAH. Algunos temas claves a trabajar incluyen:
Autoconciencia corporal y emocional: Facilitar que la persona reconozca las sensaciones físicas y emociones vinculadas a la impulsividad, la inquietud o la dispersión, aprendiendo a identificar señales internas tempranas para manejar respuestas.
Regulación emocional: A través de la experiencia emocional en sesión, explora la intensidad y rapidez de las emociones, favoreciendo la expresión genuina y la autorregulación sin juicio.
Estrategias de afrontamiento personalizado: Integrar prácticas como respiración consciente, pausas activas y técnicas corporales para ayudar a equilibrar la hiperactividad y la dispersión de atención.
Autenticidad y enmascaramiento: Trabajar el desgaste emocional que genera el “enmascaramiento”, promoviendo la aceptación y expresión genuina del yo en diferentes contextos.
Relaciones y límites: Fortalecer habilidades para establecer límites sanos y comunicarse con asertividad, reduciendo conflictos interpersonales originados en impulsividad o dificultades atencionales.
Tiempo y organización en el presente: Fomentar la experiencia del momento presente para mejorar la gestión del tiempo y planificaciones graduales que se sientan alcanzables.
Autoaceptación y amor propio: Trabajar en la integración positiva del TDAH como parte vital de la identidad, abrazando fortalezas como creatividad y energía.
Por qué la neurodivergencia en TDAH es un regalo
Conocer y comprender el TDAH desde un enfoque Gestalt invita a transformar la percepción de la neurodivergencia no como una limitación, sino como una forma única y legítima de ser en el mundo. Esta comprensión abre espacio para la autocompasión y la valoración de cualidades como la innovación, la espontaneidad y la sensibilidad, desplazando el paradigma del déficit hacia uno de riqueza y diversidad. Vivir con TDAH es aceptar un ritmo propio, donde cada experiencia, emoción y pensamiento aporta un modo valioso y auténtico de existir.


Temas ideales para trabajar en terapia Gestalt con personas en el espectro
La terapia Gestalt proporciona un espacio para la exploración sensorial, emocional y relacional en personas dentro del espectro autista, valorizando la experiencia de la singularidad y la integración cuerpo-mente. Los temas recomendados para abordar incluyen:
Conciencia sensorial y autorregulación: Apoyar la identificación y manejo de estímulos sensoriales que pueden generar sobrecarga y estrés, promoviendo estrategias adaptativas para crear espacios seguros.
Expresión auténtica y máscara social: Profundizar en el trabajo con el fenómeno del “masking”, ayudando a aliviar la fatiga causada por la ocultación de rasgos autistas y desarrollar formas genuinas de contacto.
Ritmos, rutinas y flexibilidad: Explorar el valor de las rutinas para la seguridad emocional, junto con la invitación gradual a experimentar cambios de manera no invasiva, respetando los tiempos y límites personales.
Relaciones y comunicación: Favorecer la experimentación de formas de contacto y comunicación que respeten la manera particular de relacionarse, integrando la expresión emocional y la interpretación corporal.
Tiempo, presencia y grounding: Facilitar la experiencia del aquí y ahora para mejorar la conciencia del tiempo presente y las transiciones, usando técnicas de grounding que conectan cuerpo y mente.
Aceptación y amor propio: Incentivar la integración amorosa de la neurodivergencia como identidad enriquecedora, fomentando la valoración de talentos, autenticidad y formas únicas de ver el mundo.
Por qué la neurodivergencia en TDAH es un regalo
Comprender el autismo desde una perspectiva Gestalt permite resignificar esta condición no como una deficiencia sino como una forma valiosa de diversidad humana. Es reconocer que las diferencias en sensaciones, percepciones y formas de vincularse aportan lentes únicas para la experiencia vital y social. Celebrar la neurodivergencia abre las puertas a la autenticidad, el respeto propio y la creación de entornos que valoran la singularidad, transformando la vida en un camino de autoaceptación, construcción de sentido y contribución genuina al mundo.


¿Qué se siente cuando se acerca al diagnóstico?
Descubrir que se es neurodivergente puede ser un proceso emocionalmente intenso. Muchas personas reportan alivio al encontrar una explicación a sus vivencias, pero también pueden sentir miedo, confusión o duelo por la imagen previa de sí mismas.
"Sentí como si por fin tuviera el manual de instrucciones de mi cerebro. Pero también me pregunté por qué nadie lo notó antes".
Estudios de caso muestran que el autodescubrimiento suele estar acompañado de una revisión de la historia personal, resignificando dificultades pasadas y abriendo la puerta a la autoaceptación.
Alivio: Comprender que las dificultades no son culpa personal.
Duelo: Por el tiempo sin diagnóstico y las oportunidades perdidas.
Esperanza: Por la posibilidad de nuevas estrategias y apoyos.
Ansiedad: Por el estigma social y la incertidumbre sobre el futuro.
La validación de la experiencia propia y el acompañamiento profesional son claves para transitar este proceso de forma saludable.
¿Por qué tardó en llegar a un diagnóstico seguro?
El diagnóstico de TDAH y TEA suele retrasarse por mitos, tabúes y la falta de formación en neurodiversidad. Muchas personas, especialmente mujeres y personas de géneros diversos, son socializadas para enmascarar sus diferencias (masking), lo que dificulta la detección.
Mitos comunes: "Solo los niños tienen TDAH", "El autismo siempre es evidente", "Las personas neurodivergentes no pueden ser exitosas".
Interseccionalidad: El género, la raza, la clase social y otras neurodivergencias pueden ocultar o confundir los síntomas.
Enmascaramiento: Las personas aprenden a imitar comportamientos neurotípicos para evitar el rechazo, retrasando el diagnóstico.
"Durante años pensé que era solo tímida o rara. No sabía que estaba enmascarando mi autismo para encajar".
La falta de acceso a profesionales capacitados y la confusión con otras condiciones (ansiedad, depresión, trastornos de aprendizaje) también contribuyen al diagnóstico de retraso.


Masking
El enmascaramiento es el proceso de ocultar o modificar comportamientos, intereses o expresiones naturales para adaptarse a las expectativas sociales. Es común en personas con TDAH y TEA, y puede ser consciente o inconsciente.
Ejemplos sociales: Forzar contacto visual, imitar gestos, reprimir movimientos repetitivos.
Ejemplos emocionales: Ocultar la confusión, fingir entender bromas, evitar hablar de intereses intensos.
Explicación neurológica: El enmascaramiento implica la activación de áreas cerebrales relacionadas con las neuronas espejo y el control inhibitorio, lo que puede generar fatiga y ansiedad.
Supervivencia: Es una estrategia para evitar el rechazo, pero a largo plazo puede afectar la salud mental y la autenticidad.


"Me sentí como actriz en mi propia vida, siempre pendiente de no parecer 'rara'".
Medicación
"La medicación es para toda la vida".
"Solo las personas graves la necesitan".
"Te cambia la personalidad".


Mitos sobre la medicación
Realidades
La medicación puede ser útil para algunas personas, pero no es obligatoria ni la única vía de apoyo. La decisión debe ser individual, informada y acompañada de un proceso psicoterapéutico.
Señales de que podría ser buena idea considerar medicación (siempre consultando primero con profesionales):
Dificultad severa para funcionar en la vida diaria.
Problemas académicos o laborales persistentes.
Ansiedad o depresión asociada a la neurodivergencia.
Impulsividad que pone en riesgo la seguridad.
Problemas graves de sueño.
Dificultad para mantener relaciones interpersonales.
Fracaso de estrategias no farmacológicas.
Fatiga crónica por enmascaramiento o sobreesfuerzo.
Dificultad para regular emociones intensas.
Recomendación de un equipo multidisciplinario.
La medicación puede mejorar la atención, la impulsividad y la regulación emocional, pero siempre debe evaluarse en conjunto con el acompañamiento psicoterapéutico y médico.
La medicación es siempre una ayuda con SÍNTOMAS. Y no representan el cambio duradero sin trabajo personal. Es importante hacer un trabajo emocional que permita que, durante la calma que trae la medicación, se construyan herramientas que permitan una vida más consciente y libre
No solo existen gustos, "exigencias", desagrado ante algunos alimentos. También es importante conocer la ayuda de los alimentos como aliados.
Alimentación
Dietas ricas en omega-3, frutas, verduras y bajas en ultraprocesados pueden mejorar la función cognitiva y el bienestar en personas neurodivergentes.
El consumo excesivo de azúcar y aditivos puede agravar los síntomas en algunas personas, aunque la evidencia es mixta.
La dieta mediterránea se asocia con mejor salud mental y menor inflamación cerebral.
Suplementación
Omega-3: evidencia sólida de beneficio en TDAH.
Vitamina D: niveles bajos asociados a mayor prevalencia de síntomas neurodivergentes.
Zinc y magnesio: algunos estudios sugieren mejoría en los síntomas, pero siempre bajo supervisión médica.
Advertencia: Nunca inicie suplementación o medicación sin consultar a profesionales de la salud.
"Un estudio encontró que la suplementación con omega-3 mejoró la atención en niños con TDAH"
(Bloch & Qawasmi, 2011): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21309729/
Vivencia de las relaciones amorosas
y sexualidad
Las relaciones amorosas en la neurodivergencia pueden ser intensas, honestas y creativas, pero también presentan desafíos únicos:
Comunicación: Dificultades para interpretar señales sociales o expresar necesidades.
Rutinas y cambios: El apego a rutinas puede generar malentendidos.
Sensibilidad sensorial: Puede influir en la intimidad y la sexualidad.
Enmascaramiento en pareja: Muchas personas ocultan rasgos para evitar el rechazo, lo que puede generar desgaste emocional.
Descubrimiento mutuo: Cuando ambas personas son neurodivergentes, pueden apoyarse y comprenderse mejor, pero también enfrentar retos de sincronización emocional y sensorial.


Relaciones humanas
En la sexualidad
1. Dificultad para interpretar señales sociales y consentimiento
Las personas neurodivergentes, especialmente quienes se identifican dentro del espectro autista, suelen reportar dificultades para leer las señales sociales relacionadas con el consentimiento sexual y el coqueteo, lo que puede generar ansiedad y malentendidos (Dewinter et al., 2017).
2. Sensibilidad sensorial que afecta el contacto físico
La hipersensibilidad o la hiposensibilidad táctil puede derivar en incomodidad con ciertas caricias, texturas, olores o situaciones íntimas específicas, influyendo directa y frecuentemente en la satisfacción sexual y la vivencia erótica (Byers et al., 2013).
3. Temor al rechazo ya la vulnerabilidad emocional
El miedo intenso al rechazo y la disforia sensible al rechazo pueden ser amplificados en contextos íntimos, generando conductas evitativas o hipervigilancia que afectan la conexión erótica y afectiva (Pecora et al., 2020).
4. Dificultad para comunicar deseos y límites
En terapia, es frecuente la consulta por dificultades para expresar claramente necesidades, preferencias y límites en las prácticas sexuales, lo que refuerza el enmascaramiento erótico y la frustración relacional (Dekker et al., 2017).
5. Rutinas y necesidad de previsibilidad en la intimidad
Algunas personas neurodivergentes prefieren rutinas y previsibilidad incluso en la vida sexual, lo que puede interpretarse erróneamente como falta de espontaneidad o creatividad por la pareja (Bertilsdotter Rosqvist et al., 2014).
6. Ansiedad por el desempeño y comparación con modelos neurotípicos
La comparación con modelos sociales neurotípicos sobre “cómo deberían ser las relaciones y el sexo” incrementa la ansiedad, el síndrome del impostor y los sentimientos de insuficiencia sexual (Gilmour et al., 2012).
7. Intereses intensos o hiperfocamiento en aspectos específicos de la sexualidad
Algunas personas reportan hiperfoco en ciertas prácticas, intereses o temas relacionados con el erotismo, lo cual puede enriquecer la experiencia pero también causar incomprensión en la pareja (Alexander et al., 2019).
8. Presente de enmascaramiento sexual o “actuar para encajar”
Es común el enmascaramiento sexual: adoptar roles, reprimir o exagerar conductas para cumplir expectativas ajenas en la intimidad, generando distancia emocional y agotamiento psicológico (Hull et al., 2021).
9. Variación en el interés sexual a lo largo del tiempo o intensidad (hipersexualidad o asexualidad)
Se reporta variabilidad intensa del interés sexual, desde periodos de hipersexualidad hasta etapas de bajo deseo, que pueden estar influenciadas por factores neuroquímicos y contextuales propios de la neurodivergencia (Pecora et al., 2020).
10. Necesidad de educación sexual adaptada y recursos específicos
Las consultas indican que gran parte de las dificultades se solucionan con una educación sexual adaptada, limpia y respetuosa de la diversidad neurodivergente, con recursos visuales, listas y diálogo directo (Dekker et al., 2017).
Relaciones humanas
Bibliografía
Alexander, L., Kiriakidis, S.P. y Mordi, R. (2019). Sexualidad y relaciones en adultos con trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención e hiperactividad: una revisión. Revista Internacional de Discapacidad, Desarrollo y Educación, 66 (3), 337-351. https://doi.org/10.1080/1034912X.2018.1508274
Bertilsdotter Rosqvist, H., et al. (2014). ¿Son atípicas la sexualidad y las relaciones románticas en el autismo? Experiencias sexuales y relacionales de adultos autistas. Journal of Autism and Developmental Disorders, 44 , 2167–2172. https://doi.org/10.1007/s10803-014-2107-9
Byers, ES, Nichols, S., Voyer, SD y Reilly, G. (2013). Bienestar sexual de una muestra comunitaria de adultos con autismo de alto funcionamiento que han tenido una relación romántica. Autism, 17 (4), 418-433. https://doi.org/10.1177/1362361311431950
Dekker, M., van der Ende, A., Verhulst, FC y Koot, HM (2017). Conducta y conocimientos sexuales autoinformados en adolescentes con trastornos del espectro autista. Autism, 21 (2), 242-251. https://doi.org/10.1177/1362361316633030
Dewinter, J., Vermeiren, R., Vanwesenbeeck, I., Lobbestael, J. y Van Nieuwenhuizen, C. (2017). Sexualidad en adolescentes y adultos jóvenes con trastorno del espectro autista. Revista de autismo y trastornos del desarrollo, 47 (6), 1756-1763. https://doi.org/10.1007/s10803-017-3099-9
Gilmour, L., Schalomon, P.M. y Smith, V. (2012). Sexualidad en una muestra comunitaria de adultos con trastorno del espectro autista. Investigación en Trastornos del Espectro Autista, 6 (1), 313-318. https://doi.org/10.1016/j.rasd.2011.06.003
Hull, L., et al. (2021). Hacia una comprensión unificada del enmascaramiento en el autismo. Autismo en la edad adulta, 3 (1), 52-61. https://doi.org/10.1089/aut.2020.0071
Pecora, L., et al. (2020). Salud sexual, sexualidad y educación sexual en el trastorno del espectro autista. Current Opinion in Psychiatry, 33 (2), 105-111. https://doi.org/10.1097/YCO.0000000000000572









